El corazón tiene razones que la razón no razona, es por eso que siempre ante de hacer cualquier cosa tenemos que pensarlo bien, por que puede parecer logico a la razón lo que vas hacer, pero al corazón tal vez no, o viceversa... hasta para juzgar a alguien tienes que analizar estos dos puntos de vistas, ya que puede ser que la persona a la cual vas a juzgar actuó con motivos del corazón y dejo atrás la razón y es hay donde la mayoría de personas se equivocan, por que para tomar una buena decisión siempre hay que actuar con la razón y el corazón, ya que uno es el complemento del otro. las personas se creen espertas en juzgar a los demás, pero, espertas no son, por que no analizan o escuchan y lo que es peor, aveces juzgamos a los demás sin mirarnos a nosotros mismos y si tu quieres juzgar lo primero que tienes que hacer es ver tus propios errores, por lo general los hombres juzgan mas por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.la biblia dice:
(.No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgaréis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Como es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: `Deja que te saque la brizna del ojo', teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.) y es verdad por que cuantas veces no hemos juzgado a una persona, a un amigo, sin saber cuales son sus pensamientos o motivos .
cuando juzgamos a otra persona en cierta forma la detenemos, la fijamos en un molde desde el cual proferimos nuestra condena; en cierta forma le decimos " eres así y no podrás cambiar", juzgar a los otros es desconocer la fuerza poderosa del perdón de Dios
En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su
sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto - replicó Sócrates. Antes de
decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
- ¿Triple filtro?
-Correcto -continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso
que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
- Bien -dijo Sócrates. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
- Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo
bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario...
- Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que
sea cierto. Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro el filtro de la utilidad.¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, la verdad que no.
- Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno,
e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?
Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos cercanos y querido, y así podrás mejorar y crecer como persona


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